Fuente: Vía Crucis ISBN 978-1-59614-268-8 disponible para su compra en Marian Press, Stockbridge MA en www.shopmercy.org o 1-800-462-7426.
Oración de apertura
Oh Jesús, mi Salvador adorado, imploro Tu perdón y misericordia por mí y por mis seres queridos, por los que tienen los corazones endurecidos a causa del pecado y por todos los fieles difuntos. Perdona mis pecados y los del mundo entero a través de los méritos infinitos de Tu Pasión. Concédeme las gracias necesarias para ahondarme más en el misterio de Tu Cruz, para que pueda compartir Tus sufrimientos y Tu muerte, sentir u dolor sincero por mis pecados y estar dispuesto a aceptar gozosamente todos los sufrimientos y las humillaciones de esta vida.
Primera Estación: Jesús es condenado a muerte
Celebrante: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Pueblo: Porque mediante Tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Meditación: Considera cómo Jesús, después de haber sido azotado y coronado de espinas, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado.
Oración: Adorado Jesús mío: mis pecados fueron más bien que Pilato, los que te sentenciaron a muerte. Por los méritos de este doloroso paso, te suplico que me asistas en el camino que va recorriendo mi alma para la eternidad.
Celebrante: Tú que sufriste heridas por nosotros,
Pueblo: Cristo Jesús, ten misericordia de nosotros.
Segunda Estación: Jesús acepta Su Cruz
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo Jesús, después de haber sido azotado y coronado de espinas, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado.
Oración: Adorado Jesús mío: mis pecados fueron más bien que Pilato, los que te sentenciaron a muerte. Por los méritos de este doloroso paso, te suplico que me asistas en el camino que va recorriendo mi alma para la eternidad.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Tercera Estación: Jesús cae la primera vez
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera esta primera caída de Jesús debajo de la Cruz, Sus carnes estaban despedazadas por los azotes; Su cabeza coronada de espinas, y había ya derramado mucha sangre, por lo cual estaba tan débil, que apenas podía caminar; llevaba al mismo tiempo aquel enorme peso sobre sus hombros y los soldados le empujaban; de modo que muchas veces desfalleció y cayó en este camino.
Oración: Amado Jesús mío: más que el peso de la Cruz, son mis pecados los que te hacen sufrir tantas penas. Por los méritos de esta primera caída, líbrame de incurrir en pecado mortal.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Cuarta Estación: Jesús encuentra a Su Madre afligida
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera el encuentro del Hijo con Su Madre en este camino. Se miraron mutuamente Jesús y María, y sus miradas fueron otras tantas flechas que traspasaron sus amantes corazones.
Oración: Amantísimo Jesús mío: por la pena que experimentaste en este encuentro, concédeme la gracia de ser verdadero devoto de Tu Santísima Madre. Y tú, mi afligida Reina, que fuiste abrumada de dolor, alcánzame con tu intercesión una continua y amorosa memoria de la Pasión de tu Hijo.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Quinta Estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo los judíos, al ver que Jesús iba desfalleciendo cada vez más, temieron que se les muriese en el camino, y como deseaban verle morir de la muerte infame de la Cruz, obligaron a Simón de Cirene a que le ayudase a llevar aquel pesado madero.
Oración: Dulcísimo Jesús mío: no quiero rehusar la Cruz, antes bien la acepto y la abrazo con todas las penas que la han de acompañar, la uno a la tuya, y te la ofrezco. Habiendo querido morir por mi amor, yo quiero morir por el tuyo y por darte gusto; ayúdame con Tu gracia.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Sexta Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo la devota mujer Verónica, al ver a Jesús tan fatigado y con el rostro bañado en sudor y sangre, le ofreció un lienzo, y limpiándose con él nuestro Señor, quedó impreso en éste Su santa imagen.
Oración: Amado Jesús mío: en otro tiempo Tu rostro era hermosísimo; más en este doloroso viaje, las heridas y la sangre han cambiado en fealdad su hermosura. ¡Ah Señor mío, también mi alma quedó hermosa a Tus ojos cuando recibí la gracia del bautismo, mas yo la he desfigurado después con mis pecados. Tú sólo, ¡oh Redentor mío!, puedes restituirle su belleza pasada; hazlo por los méritos de Tu Pasión.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera la segunda caída de Jesús debajo de la Cruz, en la cual se le renueva el dolor de las heridas de Su cabeza y de todo Su cuerpo al afligido Señor.
Oración: Oh pacientísimo Jesús mío: tantas veces Tú me has perdonado, y yo he vuelto a caer y a ofenderte. Ayúdame, por los méritos de esta nueva caída, a perseverar en Tu gracia hasta la muerte. Haz que en todas las tentaciones que me asalten, siempre y prontamente me encomiende a Ti.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Octava Estación: Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo algunas piadosas mujeres, viendo a Jesús en tan lastimoso estado, que iba derramando sangre por el camino, lloraban de compasión; mas Jesús les dijo: no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos.
Oración: Afligido Jesús mío: lloro las ofensas que te he hecho, por los castigos que me han merecido, pero mucho más por el disgusto que te he dado a Ti, que tan ardientemente me has amado. No es tanto el infierno, como Tu amor, el que me hace llorar mis pecados.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Novena Estación: Jesús cae por tercera vez
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera la tercera caída de Jesucristo, Extremada era Su debilidad y excesiva la crueldad de los verdugos, que querían hacerle apresurar el paso, cuando apenas le quedaba aliento para moverse.
Oración: Atormentado Jesús mío: por los méritos de la debilidad que quisiste padecer en Tu camino al Calvario, dame la fortaleza necesaria para vencer los respetos humana y todos mis desordenados y perversos apetitos, que me han hecho despreciar Tu amistad.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Décima Estación: Jesús es despojado de Sus vestiduras
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo al ser despojado Jesús de Sus vestiduras por los verdugos, estando la túnica interior pegada a las carnes desolladas por los azotes, le arrancaran también con ella la piel de Su sagrado Cuerpo. Compadece a Tu Señor y dile:
Oración: Inocente Jesús mío: por los méritos del dolor que entonces sufriste, ayúdame a desnudarme de todos los afectos a las cosas terrenas, para que pueda yo poner todo mi amor en Ti, que tan digno eres de ser amado. Amén.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Undécima Estación: Jesús es crucificado
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo Jesús, tendido sobre la Cruz, alarga Sus pies y manos y ofrece al Eterno Padre el sacrificio de Su vida por nuestra salvación; le enclavan aquellos bárbaros verdugos y después levantan la Cruz en alto, dejándole morir de dolor, sobre aquel patíbulo infame.
Oración: Oh despreciado Jesús mío: clava mi corazón a Tus pies para que quede siempre ahí amándote y no te deje más.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Duodécima Estación: Jesús muere en la cruz
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo Jesús, después de tres horas de agonía, consumido de dolores y exhausto de fuerzas Su Cuerpo, inclina la cabeza y expía en la Cruz.
Oración: Oh difunto Jesús mío: beso enternecido esa Cruz en que por mí has muerto. Yo, por mis pecados, tenía merecida una mala muerte, mas la tuya es mi esperanza. Ea, pues, Señor, por los méritos de Tu santísima muerte, concédeme la gracia de morir abrazado de Tus pies y consumido por Tu amor. En Tus manos encomiendo mi alma.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Décima Tercera Estación: Jesús es bajado de la Cruz
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo, habiendo expirado ya el Señor, la bajaron de la Cruz dos de Sus discípulos, José y Nicodemo, y le depositaran en los brazos de Su afligida Madre, María, que le recibió con ternura y le estrechó contra Su pecho traspasado de dolor.
Oración: Oh Madre afligida: por el amor de este hijo admíteme por tu siervo y ruégale, por mí. Y Tú, Redentor mío, habiendo querido morir por mí, recíbeme en el número de los que te aman más de veras, pues yo no quiero amar nada fuera de Ti.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Décima Cuarta Estación: Jesús es sepultado
Celebrante: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Gente: Porque por Tu santa Cruz has redimido al mundo.
Meditación: Considera cómo los discípulos llevaron a enterrar a Jesús, acompañándole también Su Santísima Madre, quien le depositó en el sepulcro con sus propias manos. Después cerraron la puerta del sepulcro y se retiraron.
Oración: Oh Jesús mío sepultado: beso esa losa que te encierra. Resucitaste después de tres días; por Tu Resurrección te pido y te suplico me hagas resucitar glorioso en el dia del juicio final para estar eternamente contigo en la gloria, amándote y bendiciéndote.
Celebrante: Tú, que sufriste heridas por nosotros,
Gente: Cristo Jesús, ten piedad de nosotros.
Oración final
Oh Señor Jesucristo, ayúdame a ver en la cruz hasta dónde llegará el pecado del hombre. Ayúdame a ver en la cruz que el pecado es enemistad para ti, que el pecado es el destructor de toda belleza y el enemigo de toda hermosidad. Ayúdame a ver en la cruz hasta dónde llegará tu amor, que nos amaste tanto que no guardaste nada atrás. Ayúdame a ver en la cruz el horror del pecado, y a apartarme para siempre de él. Ayúdame a ver en la cruz la maravilla de tu amor y a rendirme para siempre a ella. Te lo pido a través de tu triste madre. Amén.
Que el Señor nos bendiga, nos proteja de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Utilizado con permiso de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción del B.V.M.
Fuente: Vía Crucis ISBN 978-1-59614-268-8
disponible para su compra en Marian Press, Stockbridge MA
en www.shopmercy.org o 1-800-462-7426
Gracias a los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la B. V.M. por su autorización de liberación de derechos de autor para usar su libro del Vía Crucis Tradicional. Considere planificar una visita de peregrinación a las Estaciones de la Cruz al aire libre de tamaño natural en el Santuario Nacional de la Divina Misericordia en Stockbridge MA. www.thedivinemercy.org
Abril 2022